Tal vez te preguntes... no es lo mismo?
La respuesta es ... NO!
Todos podemos ser “liquidadores de sueldos”, pero lo que nos diferencia del resto es cuando demostramos nuestros conocimientos como “asesores laborales”.
¿Cuál es la diferencia entre uno y otro?
Un liquidador de sueldos es el nexo entre los organismos públicos y las empresas, y también es el nexo entre estos últimos y los empleados. Debe poseer los conocimientos necesarios para liquidar los sueldos y reflejar en los recibos las novedades laborales del mes. Debe determinar los aportes y contribuciones aplicando la normativa laboral del momento, además de dar cumplimiento con las demás formalidades exigidas.
Un asesor laboral, va más allá de eso. Además de cumplir con lo detallado en el párrafo anterior, el asesor es precisamente eso, un profesional que aconseja a los empleadores sobre materia laboral, es decir, sobre las mejores formulas contractuales.
Pero… ¿qué son las fórmulas contractuales?
Una fórmula contractual perfecta se logra cuando combinamos nuestros conocimientos sobre normas laborales, subvenciones existentes, bonificaciones, modalidades de contratación, beneficios sociales, etc., con las necesidades propias de ese empleador al cual estamos asesorando, considerando el contexto en el cual se encuentra, los beneficios y posibles riesgos, tratando que el costo laboral sea lo más bajo posible, logrando que la “formula contractual” sea aquella que mejor beneficie al empleador.
Por lo tanto … no nos quedemos con ser simples liquidadores.
- Leamos mucho, capacitémonos, charlemos con colegas para conocer sus opiniones.
- Hagamos cálculos auxiliares de análisis.
- Conozcamos cómo van las relaciones laborales existentes, seguramente hay algo más que se puede mejorar.
- Charlemos con el empleador para conocer el propósito de cada nueva alta laboral.
- Ofrezcamos la mejor alternativa ante una desvinculación laboral.
- Conozcamos bien la situación económica/financiera del empleador, de esto depende también nuestro asesoramiento.
Por último, sepamos hasta donde podemos llegar. Es importante transmitirle al empleador la importancia de un asesoramiento con un abogado laboral ante circunstancias que escapan nuestra área de conocimiento.
En conclusión, ofrezcámosle al empleador… “La mejor fórmula contractual”.